Autor: Haruki Murakami
Año: 2004 en Japón, 2008 en España
Páginas: 248
Editorial: TusQuets
Precio: 16.95€, 8.95€ en bolsillo
País: Japón
Sinopsis: Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado, Mari, sentada sola a la mesa de un bar-restaurante, se toma un café mientras lee. La interrumpe un joven músico, Takahashi, al que Mari ha visto una única vez, en una cita de su hermana Eri, modelo profesional. Ésta, mientras tanto, duerme en su habitación, sumida en un sueño «demasiado perfecto, demasiado puro». Mari ha perdido el último tren de vuelta a casa y piensa pasarse la noche leyendo en el restaurante; Takahashi se va a ensayar con su grupo, pero promete regresar antes del alba. Mari sufre otra interrupción: la encargada de un «hotel por horas» pide que le ayude con una prostituta agredida por un cliente. Dan las doce. En la habitación donde Eri sigue sumida en una dulce inconsciencia, el televisor cobra vida y en la pantalla empieza a distinguirse una imagen turbadora... pese a que el televisor no está enchufado.
Puntuación: 8
Pese a que soy un gran consumidor de productos artísticos japoneses (manga, anime, música y videojuegos principalmente), jamás había leído una novela escrita por un autor de éste país. Curiosamente, mi familia está poblada por fans incondicionales de Murakami que no entendían que, siendo tan fan de la cultura y el arte japonés no haya leído nada no sólo de un autor cualquiera, sino del más famoso a nivel internacional. Así pues, en una visita en casa de mi tía, no pude evitar coger uno (el más corto, por si no me gustaba) para probar suerte. Bien, Murakami ya tiene un nuevo fan en mi familia.
Mi curiosidad por Murakami vino después de jugar al que ahora es uno de mis videojuegos favoritos: el Persona 4 (Shin Megami Tensei: Persona 4 para los entendidos). Me tuvo absorbido durante horas y horas, hasta que me lo pasé dos veces seguidas (y es de los juegos más largos de la generación). Durante el mismo, se mencionó la obra de Murakami unas cuantas veces y, buscando por internet, pude ver que el maravilloso hilo argumental de dicho videojuego tiene no pocas influencias del mismo.
Nos encontramos en una historia en la que lo abstracto tiene más peso que lo concreto, en la que las sensaciones tienen más importancia que los hechos y donde el cómo está escrito se disfruta más que la historia en sí. Y es que el estilo japonés está en Murakami de forma indudable. Está visto que su éxito internacional tiene que ver con su calidad como escritor y no con la facilidad de sus obras o con la occidentalización de las mismas (que, ojo, sus libros se leen solos. Pero eso no tiene que ver con que sean obras complejas y llenas de metáforas).
El texto en sí es como leer un manga, o jugar un videojuego. No en su contenido en sí, sino en su forma. Se aprecia perfectamente que el origen no es el mismo que el de las novelas a las que estoy acostumbrado, y no me decepciona para nada. Tiene esa mezcla tan japonesa de lo cotidiano y lo fantástico que me encanta y ese modo tan intimista y poético de contarlo todo. Si lo juntamos a la maravillosa ambientación y la curiosa forma de narrar (el narrador nos habla como indicándonos como ver la historia en nuestra mente, como si fuese una cámara de televisión. En un principio puede parecer horrible pero está muy, muy bien hecho).
Si de algo es digno de elogio Murakami, además de por saber narrar tramas complejísimas llenas de metáforas y pensamientos abstractos con una ligereza increíble, es por su capacidad de crear personajes secundarios. Es curioso, ya que la novela es claramente intimista, y las protagonistas son las mentes de las dos hermanas. Sin embargo, todos los personajes secundarios que aparecen tienen una calidad, una redondez, unas historias propias que podrían protagonizar una historia aparte. Creo que es lo que más me ha maravillado de la obra y, por lo que leo en las sinopsis de sus otras obras, algo que le define como autor de masas.
Entre las pegas más importantes (esos motivos que me hacen, por mucho que quisiera, no darle a la novela el sobresaliente) podemos encontrar la brevedad de la obra. El motivo que me llevó a elegirla entre las demás novelas de Murakami es su principal inconveniente. Nos encontramos ante una novela que nos narra dos historias que son una, y en las que a su vez se encuentran varios personajes que, además de participar en ellas, tienen las suyas propias. Sé que era la intención del autor crear una trama compleja de historias de las que sólo nos da una muestra, que el propósito es crear una ventana al mundo de todas esas personas que, interactuando con nuestras protagonistas, les hacen darse cuenta de una serie de cosas. Lo entiendo, pero yo me quedo con ganas de más. Sobre todo de la historia de Eri Asai, ya que se nos presenta un misterio bastante inquietante que se queda en nada. Tiene su metáfora y cumple su cometido como tal, pero, hubiera esperado más. En cuanto a desarrollo, no en cuanto a calidad.
En definitiva, After Dark es la historia de dos hermanas perdidas, dos hermanas que necesitan salvarse de sí mismas, y que no se dan cuenta de que la que mejor podría hacerlo es la una de la otra. Es la historia de un viaje, más personal que físico, durante una noche en la que lo sumamente realista y lo sobrenatural se juntan hasta hacerse uno. Es una historia atractiva, misteriosa, absorbente... Quizás la pega es que, para alguien que no esté acostumbrado a leer a Murakami o, en su defecto, obras ficticias japonesas con una cierta profundidad, no es un buen comienzo. Pese a ciertos peros que no hacen de After Dark mi libro favorito, he de decir que ya me considero fan de Murakami, y pienso leerme todos sus libros.
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