sábado, 1 de octubre de 2011

Los efectos relajantes de los libros


Creo que esto es algo que nos pasa a todos. Qué decir que el 100% de la gente tiene días horribles, en los que no le apetece hacer nada. ¿Qué es lo que hago SIEMPRE que sufro uno de esos días? ya sea una mala noticia, un día de perros, un desengaño de todo tipo, las ganas de dejar de seguir aguantando todas estas tonterías que tenemos que aguantar... pues ir a mi librería favorita y, echándome mi tiempo, comprarme un buen libro.

La Novena Noche, de Lesley Livingstone, cuando mi abuelo murió. Laila Winter 3 después de pasar horas y horas estudiando una asignatura y seguía sin entender nada, al igual que Isola, el día antes del examen para paliar los nervios. Hay libros que me han acompañado en las partes más horribles de mi vida, y los recuerdo con cariño por la ayuda que me dieron. Por otra parte, hay otros libros que leí en momentos excelentes de mi vida, y pensar en ellos o releerlos me hacen recordar esos momentos. La Llave del Tiempo cuando pasé uno de mis mejores veranos, Los Juegos del Hambre cuando empecé la Universidad y aún no encontraba mi sitio... y podría seguir así mucho tiempo.

También ha habido momentos en los que me he sentido mal, en los que me he sentido nadie. Sólo me apetece desaparecer, dormir, irme de aquí. Momentos en los que te sientes insignificante, en los que te da la sensación de ser pequeño y frágil. De hecho, puedo decir que estos últimos meses he tenido muchos. Sin embargo, curiosamente, como cualquier niño pequeño se aferraría a su peluche favorito o a su vieja y raída manta, yo me aferro como puedo al libro que siempre llevo encima, sea cual sea. Curiosamente, me hace sentir fuerte. Me da lo que no tengo para enfrentarme a los peligros. ¿O tan sólo ayuda a sacar lo que tengo y creo que no tengo?, no lo sé, pero me da la sensación de que, si las cosas se ponen duras, siempre puedo anestesiar mi alma sumergiéndome en sus páginas y olvidándome de la realidad.

¿Cuando me siento viejo, tengo miedo de seguir adelante con algo?, me da igual lo que digan, cojo un buen libro infantil/juvenil y me siento un niño. Regreso a esos momentos en que el mundo se iba abajo porque mi madre no te comprase el muñeco que quería, y se volvía el lugar más maravilloso del mundo cuando me compraba un huevo de chocolate. Me da igual lo que me digan, hay momentos en que echar una vista atrás no hace daño.

Sí, sin duda un libro es algo más que una historia bien contada. Es un arte que ha perdurado, y aún sigue haciéndole frente a otras como los videojuegos, el cine o la televisión. ¿Quién no ha querido ser en algún momento escritor, creador de universos? Con tan sólo tu imaginación y un bolígrafo/editor de texto puedes crear vastos mundos en los cuales gente ajena a ti entra, estás haciendo llegar tus ideas e ilusiones a mucha gente, para emocionarla, hacerla reír o pasarlo bien.


¿Y para vosotros?, ¿son tan especiales algunos momentos sumergidos entre las páginas?, ¿hay algún libro en concreto que os haya hecho sentir así?

3 comentarios:

  1. Me gusta lo que comentas sobre lo evocadores que pueden ser los libros. Casi podría hacerse una analogía con los olores, ¿no?
    Gracias a tu blog descubrí "Los juegos del hambre" y "El castillo ambulante", dos libros que me han gustado un montón. Siempre que te visito, tu blog me recuerda a eso ^_^
    Un saludo
    :)

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  2. La verdad es que es genial ver cómo escribes de los libros, con que amor lo haces :)

    Cuando tengo algún momento malo, comprar libros ayuda, así que me pasa un poco como a ti.

    Espero que ya estés mejor, sea lo que sea y que disfrutes mucho de tus lecturas.

    Un besín ^^

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  3. Muchas gracias a las dos!!

    @Chels, gracias por preocuparte pero no es nada, sólo que el calor me desespera y me pone de los nervios!

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